Cerveza Bernard
La cerveza Bernard forma parte de la tradición cultural y gastronómica de la República Checa.
Cada cerveza Bernard es una joya dorada de verdadera pureza.
Una joya fabricada con aromáticos lúpulos de Bohemia, cebada malteada siguiendo procesos artesanales del siglo XVI, agua de manantial procedente de las tierras altas de Moravia y levaduras cultivadas con la paciencia de una tradición.
Gracias a su baja fermentación y la utilización de exclusivos métodos de microfiltrado, la cerveza Bernard, evita el uso de conservantes y procesos de pasteurizado.
La maduración se completa en cada botella para conservar intactos el sabor, el aroma y la calidad de sus ingredientes naturales.
Chequia y la cerveza, amantes inseparables
Los checos son unos auténticos amantes de la cerveza. Les gusta hablar de cerveza y mucho más tomarla.
La cerveza es considerada como uno de los símbolos checos por excelencia y desde el año 2008 la denominación “cerveza checa” es protegida como un nombre geográfico.
Los checos son los mayores consumidores de cerveza del mundo. El consumo anual per capita en la República Checa es de 160 litros.
La producción total de la cerveza de la República Checa, que genera casi 20 millones de hectolitros de cerveza al año, ocupa el 15º lugar en el mundo (lideran los EE.UU. delante de China y Alemania).
Hoy en día la cerveza en la República Checa se produce en 50 fábricas de cerveza industriales y en 21 minicervecerías. Cada una produce una cerveza inconfundible.
La cerveza se considera también un importante artículo de exportación de la República Checa.
La República Checa exporta cada año más de 2 millones de hectolitros, encontrándose entre los 10 primeros exportadores del mundo.
Aproximadamente un 40% de las exportaciones se dirige hacia Alemania, siguen las exportaciones a Eslovaquia, Suecia, Inglaterra y Rusia. De forma importante siguen creciendo también las exportaciones a Ucrania, Bélgica y Finlandia.
No obstante, las marcas más industriales y renombradas de la cerveza checa se pueden encontrar prácticamente en todo el mundo.
Países con mayor consumo de cerveza
La cerveza checa es tan proverbial en el mundo como los quesos franceses o el chocolate suizo.
Hoy en día ya no hace falta convencer a nadie de que la checa es la mejor cerveza del mundo. Y los más incrédulos, tan solo deberían probarla.
Se distingue de las demás por un sabor más lleno, un amargor más grande y, sobre todo, a uno le produce la sensación de que se tiene que tomar otra más. Incluso, cada marca checa tiene un sabor único e inconfundible. Las cervezas de Europa Occidental son uniformes, no tienen un carácter tan específico.
La cerveza checa ha sido un término original e inconfundible desde el siglo XVIII. El desarrollo tecnológico y la estrategia de marketing influyen pero el enfoque más valioso es mantener un proceso de producción tradicional, perfeccionado a lo largo de los siglos.
Escuela cervecera checa
En los tiempos más remotos la cerveza se cocía en cada casa. La cerveza no era sólo una bebida sino que era utilizada para la preparación de la comida, como diversas sopas y gachas.
La extraordinaria calidad de la cerveza checa se debe en gran medida a la tradicional pericia de quienes la fabrican.
Desde la Edad Media han podido cocer la cerveza sólo quienes hayan recibido la respectiva formación especializada.
La primera escuela de cerveceros en el mundo surgió en Bohemia a finales del siglo XVIII. Desde entonces se imparten en el país cursos superiores especializados en cocción de cerveza y existen escuelas profesionales que forman especialistas para las cervecerías checas.
La fábrica Bernard
La familia Bernard decide en octubre de 1991 comprar en subasta la difunta fábrica de cerveza de Humpolec, que había sido construida en el siglo XVI.
Situada en el corazón de las montañas de Moravia, en sus bodegas, cerca de 11.000 hl de cerveza fermentan y maduran.
Durante los primeros diez años que siguieron a la privatización, la cervecería luchó literalmente por su vida.
Gracias a la calidad de la cerveza, enfoque en la atención al cliente y desarrollo gradual de la marca, Bernard se convirtió en una marca conocida y popular en todo el país, y en el mundo también.
No pasó mucho tiempo antes de que esta fábrica obtuviera todos los reconocimientos en un país tan cervecero como es la República Checa.
La cervecería familiar sigue creciendo, no sólo por el éxito de sus productos en toda la República Checa, sino también en muchos otros países. En la actualidad Bernard se exporta a más de 35 países, incluida España, incrementando su producción en el 2017 en un 5,5%.
En Septiembre del 2000, la familia Bernard compró la maltería para así controlar mejor la calidad del ingrediente fundamental de la cerveza. Produce cerca de 6.700 tn de malta pilsner que utiliza para sus cervezas. También vende una parte a otras fábricas asociadas.
La maltería Bernard produce artesanalmente uno de los ingredientes más importantes para la elaboración de la cerveza (la malta) de forma tradicional, ciertamente más lenta, pero la que más y mejor distingue a la cerveza tradicional checa.
Maltería Bernard
En 15 años, han conseguido la que según muchos checos, es la mejor cerveza del país, gracias a sus ingredientes y a su proceso de elaboración, donde la cerveza no se pasteuriza.
La cerveza no cambia su aroma, color o sabor, conserva todos sus valores nutricionales y por lo tanto se obtiene una cerveza pura.
En la fábrica de cerveza Bernard, se respetan estrictamente los procesos de producción tradicionales: la cerveza se fermenta por separado y luego madura en las bodegas de cerveza. Lentamente, como requiere la tecnología de fabricación tradicional.
A 1-2°C, la cerveza espera varias semanas o meses para sus clientes hasta que se embotella.
Llegado este momento, en lugar de someter la cerveza a la pasteurización (proceso en el que se calientea a mas de 80ºC para eliminar todos los microorganismos presentes, que hace que la cerveza dure mas tiempo a costa de perder en el sabor y en el color), la cerveza sufre una microfiltración, manteniendo una temperatura de 2°C a través de un filtro microbiano especial que atrapa a todos los microorganismos.
En el caso de la cerveza Celebration Lager además, la fermentación sigue en la botella. Esto da un carácter muy especial a esta cerveza, ya que es bastante raro una cerveza lager tipo pilsen que se embotelle sin filtrar y con levadura en la botella. Esto hace que la botella tenga un sedimento de levadura en el fondo, que para quien le guste, se puede beber con la cerveza ya que contiene una gran proporción de vitaminas del grupo B.
Además, para resaltar su calidad, las embotellan en botellas especiales con tapón de cerámica, que una vez abiertas se conservan bien. La cerveza Bernard no se enlata. No existen latas de Bernard!
Interior de la fábrica
En un país cervecero como Chequia, hay que trabajar buscando la diferenciación. Bernard, lo ha hecho en dos frentes:
Materias primas excepcionales
– La cebada utilizada proviene de Rajhrad, cerca de Brno y se maltea en la propia maltería utilizando métodos tradicionales
– El lúpulo de Saaz, una variedad checa que garantiza la amargura correcta
– Levadura propia
– El agua proviene de Vysocina, en las montañas de Moravia que tiene las características ideales para la elaboración de cerveza
Proceso de elaboración
– Tradicional
– Artesanal
Los Bernard decidieron elaborar una cerveza tradicional checa sin pasteurizar, con métodos artesanos y los mejores ingredientes.
Han conseguido en pocos años, cinco copas de oro en la feria de cerveza checa Pivex, el certamen checo más importante donde se eligen las mejores cervezas del país, algo inusual hasta ahora y que la han situando como la mejor cerveza del país.
Las más premiadas, la Bernard Celebration Lager y sobre todo, la Bernard Bohemian Ale, considerada como la mejor cerveza estilo Ale en el 15 certamen de premios de cerveza del mundo!
Bernard en una cerveza verdaderamente excepcional. En poco tiempo ha conseguido ser considerada la mejor cerveza checa gracias a su calidad en las materias primas y a lo artesanal y tradicional de su proceso de elaboración.
Ahora solo queda probarla, notarás la diferencia. Na Zdravi!
GSAT’S hostelería. Camino el Soto, 3. Polígono industrial El Soto.
31195 – Aizoáin/Pamplona NAVARRA
Tf. 948 10 12 11
Móvil 617 491 590
info@gsat-s.com
juan@gsat-s.com
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